domingo, 21 de septiembre de 2008

ARTESANIA Y TURISMO



La artesanía dominicana está relegada básicamente al área de Cultura. Es decir, el organismo responsable de proyectar la imagen sobre su desarrollo y presentación está al margen de la actividad. Sus métodos de atractivos resultan obsoletos y carentes de creatividad. Es loable que como ente cultural la actividad sea objeto de estudios en el ámbito de las ciencias sociales como elemento de identidad. Me refiero al camino equivocado por el que transitan estos criterios carentes de un trabajo práctico, creativo y funcional. El área artesanal es la gran olvidada. Nadie me venga con historias y entusiasmos que no pasan del tintero. Conozco el sector como la palma de mi mano y me atrevo a decir, excusando la inmodestia, que sé lo que digo y escribo, por haberme formado en teoría y en práctica inmerso en este olvidado sector. Además soy un asiduo seguidor de todo lo que tiene que ver con el área artesanal. En el argot popular diría que “todo lo que se mueve y cocina”. Si nuestra artesanía estuviera sostenida por un trípode fuerte compuesto básicamente por las áreas de Cultura, Turismo y Ayuntamiento, otro gallo cantaría. Lamento que cada uno de estos soportes camine por su propia cuenta sin ningún tipo de señalamiento de rigor. Sostengo que nunca he recibido noticias sobre aprestos que sirvan de indicadores del quehacer artesanal dominicano. Si existen, agradezco el envío. Existen sí, muchas informaciones excluyentes que nos hablan de programas y recursos, premiaciones y concursos, así como también motivos que se esfuman en la más selecta burocracia oficial. Nuestra artesanía está inmersa en un padrinazgo de auxilio para evitar su desaparición. Esto lo veo bien, pero lamento que suceda en un país donde se distraen tantos recursos en áreas extrañas. Sobre esta modalidad no me opongo. Si no damos el apoyo a nuestras instituciones, bienvenidos sean los fondos que provengan de fuera. Si uno se pone a pensar cómo cada institución camina por separado en vez de elaborar proyectos mancomunados, “se nos va el juicio”. Creo, y espero no se malinterprete. Turismo debería ser la institución rectora en estos menesteres. El campo de acción de otras instituciones es muy complejo y variado, lo que convertiría el quehacer cotidiano de nuestra artesanía en una víctima de la improvisación. Además, Turismo es la única institución llamada a rescatar los espacios perdidos en el tiempo para convertirlos en piezas claves del desarrollo de nuestra competitividad. Una cosa es con violín y otra con guitarra. Si no nos proponemos a plantear nuestros problemas con objetividad nos convertiremos en necios. Si no somos capaces de dilucidar nuestras divergencias con sentido crítico, seremos pedantes. Si no dotamos a cada sector las herramientas y recursos que exige la especialidad, seremos unos dependientes. La prioridad se impone. Quiérase o no, Turismo es la institución obligada para manejar y proyectar nuestra artesanía hacia exterior debido principalmente a sus contactos y experiencias con el manejo des flujo de visitantes que concurren frecuentemente a esta media isla caribeña.

SENTIDO ESPIRITUAL DE LA ARTESANIA

Por simple o compleja que parezca una artesanía, es un error apreciarla por su sencillez al  compararla con otra más atractiva por su acaba...