miércoles, 24 de septiembre de 2008

EL COLOR EN ARTESANIA









El tema de los colores me resulta un tanto escabroso. Digo esto para esconder modestamente el pobre conocimiento que poseo sobre el manejo de esta difícil materia. Pero como tarea obligada me siento comprometido en exponer mi humilde teoría producto del roce que me ha producido el contacto con la realidad. No me pongo guapo si los que saben me critican de buena fe, porque así se aprende. En eso andamos. La mezcla pigmentaria es para mí la madre de toda pintura. Los llamados colores planos llaman mucho la atención y forman parte de mi preferencia talvez por ignorancia expresivo o por genética propia. Hay quienes se deciden por una pieza atraídos por el color. Repito que los colores vivos son los que más llaman la atención. El artesano que se pierda en este concepto popular va muriendo. Acaso estoy imponiendo, si se puede llamar, criterio burdo, una negación de lo que significa en término artístico la degradación de los valores tonales. De ninguna manera. Cuando yo comencé a pigmentar piezas en cuero y suela me vino la idea de las tonalidades. Con esos efectos fui creando un mundo cromático de por sí irregular pero un tanto concluyente en materia de diversidad. Como no era mi preferencia, me costó tiempo imponer mi propio criterio y triunfó la oposición. Mi yo se contrajo y más pudo la visión expresiva que la tozudez de mi impropia fuerza. Vamos a ver si me doy a entender. Ejemplo: pieza en mano me disponía a proyectar un dibujo dentro del marco de las posibilidades. Comienzo con una figura taína, del tipo repetitiva. Aquí empieza el uso de mezcla y tonalidades, degradaciones y afirmados. Sinceramente se producía un rebú de colores y de cuyo efectos no quisiera acordarme. El resultado no era otro que el elogio y me sorprendía. Era admirada por todos y hasta me felicitaban. ¿Qué misterio tienen los colores?. ¡Dios mío, bienaventurados sean los artistas, porque de ellos es el reino de la cromática! Como artesanos debemos comprender con espíritu de humildad en aras del conocimiento. Hagan como yo que me rodeo de los que saben. Aunque no tengo formación académica extrema me codeo con los maestros en persona y por medio a su s obras. Así aprendo sobre la mezcla de los colores, los diluyentes, las transformaciones, la intensidad y todo lo demás que se pueda agregar. Hay que ejercitarse en la inventiva. La práctica no es el éxito pero es lo que más se le parece. Somos creadores de un mundo a nuestra imagen y voluntad. Si somos artesanos, somos artistas, y si somos artistas ya formamos parte modestamente de los más llamados a velar por nuestra identidad.

SENTIDO ESPIRITUAL DE LA ARTESANIA

Por simple o compleja que parezca una artesanía, es un error apreciarla por su sencillez al  compararla con otra más atractiva por su acaba...